El sol nos aporta vitaminas y da un tono dorado a nuestra piel que la hace más atractiva, no hay duda de eso, pero si no tomamos medidas, la exposición a la radiación solar tiene sus peligros y puede acarrearnos múltiples problemas: quemaduras, sequedad, descamación, manchas…
Si lo que buscamos es disfrutar del sol sin tener que lamentarlo luego, solo hay que seguir unos sencillos consejos:
- ELIGE CORRECTAMENTE EL FACTOR DE PROTECCIÓN DE TU CREMA SOLAR. No todas las pieles son iguales, las más claras necesitarán factores más elevados, al igual que las mujeres embarazadas y los niños, que tienen mayores probabilidades de aparición de manchas.
- APLÍCATE LA CREMA, AL MENOS, UN CUARTO DE HORA ANTES DE EXPONERTE AL SOL. De esta manera, tu piel tiene tiempo para absorber completamente la crema y así sus efectos te protegerán correctamente.
- USA PROTECTORES ESPECÍFICOS PARA EL ROSTRO. La cara es la zona más sensible a la aparición de manchas, por eso es recomendable que uses una crema para el cuerpo y otra específica para el rostro.
- ASEGURATE DE EXTENDER BIEN TU PROTECTOR. Que no queden zonas por cubrir, reparte la crema de manera uniforme por todas las partes de tu cuerpo que se van exponer al sol.
- NO OLVIDES LOS PÁRPADOS Y LAS OREJAS. Son zonas muy sensibles que con frecuencia olvidamos al extender nuestro protector solar.
- ATENCIÓN A LAS ZONAS SENSIBLES. Es muy frecuente que, zonas como el pecho, los hombros y la parte posterior del cuello, necesiten mayor factor de protección, porque suelen quemarse más fácilmente y son áreas con una gran probabilidad de aparición de manchas y pecas.
Aún con todos estos cuidados, puede ocurrir que la radiación solar continuada durante los días de vacaciones produzca alguna mancha en la piel, cuando eso ocurre, tenemos que recurrir a sencillos tratamientos como el I ² PL de Ellipse que aplicamos en nuestras clínicas. Una técnica que elimina de forma selectiva aquellas zonas de la piel que presentan más pigmentación. Y favorece la regeneración de la epidermis de una forma sana y libre de manchas.
Ya sabes, el sol no tiene por qué ser un enemigo. ¡Que lo disfrutes!
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